Ahora sobran hasta las palabras
El vacío ha encontrado su dimensión exacta
Cuando solo queda el espacio del recuerdo
Cuando ya no somos las figuras transitando
Sonrientes
Esperando esas historias que nos traía la bruja
Y nosotros alquilando la escoba
Buscando el asidero
Alguna cosa
Que nos diga que estábamos
Que el calor
Que la lluvia
Que el viento
Solo eran un remedo
Algo así como una tarjeta de identidad en la que nos afianzábamos
Y seguíamos corriendo por ese espacio infinito que habíamos inventado
Esa cuerda donde hacíamos malabares
Donde construimos ese mundo de mentira
Nuestra única verdad
Y luchábamos para que se repita
Para que la mentira sea una verdad tantas veces repetida.
Y el tiempo caía
Y la mentira se iba diluyendo
Y la cuerda donde hacíamos equilibrio
Se gastaba poco a poco
Y las palabras ya no nos alcanzaban
Envejecieron
Se engancharon en la escoba que nos daba la bruja
Y de pronto el espacio
El vacío se apoderó de todo
Y asumimos la verdad como si no quedara otra mentira
Aquí en la banca de tantas veces
Mientras contemplo al río correr apresuradamente
Me contemplo
Me pregunto dónde voy
¿quién espera cuando se agota la espera?
Cuando el río fluye
El aire sopla
Todo cambia como en eso de Heráclito tantas veces repetido
Pero lo hacemos nuestro cuando estamos en una banca
Frente a un río
Fumando un cigarrillo
Tomando cualquier cosa
Y con nosotros mismos.
En la madrugada aparecen recuerdos inauditos
al fin el sueño se detuvo y cedió su espacio
dejó que la imaginación se desatara
(que diera rienda suelta que asaltara el pasado
la caja en que guardamos las sorpresas que hemos vivido
que imaginamos eso que nos da importancia)
Viene la parte dura
Lo que no quisimos aceptar
Anclados frente al ordenador las palabras no salen
Miedo escalofrío
El hecho de encontrarnos
Quien hubiera llegado atrasado a nuestra cita
Pero es imposible huir
Y las palabras comienzan a desgajarse
Los recuerdos ahora son objetos
Otro tiempo otras manos esas caricias que siempre fueron esquivas
Los dedos de tus manos tus largas piernas
Hay que volver atrás
(es lo que nos proponemos intentamos desesperadamente)
Pero no hay elección
El sueño abandonó su cometido
Y no queda otra cosa que aceptar el recuerdo
Duro
Avasallante
Hasta que se le ocurra regresar al sueño
Hasta que algo nos libre del encuentro
Que nos libere de este encuentro que no acordamos.
Pasa el tiempo en nuestras narices desapercibido
Sin que nos enteremos nos vamos ajando
Abandonando
Atrás quedó la risa los momentos felices
Los amores los disfrutes de la pasión que pensamos no acabaría
Zapatos de goma camisetas pegadas y ese sol que nos achicharraba
Corríamos nos desplazábamos sobre las lomas
Estábamos en un cuento
Más tarde eso que llaman responsabilidad nos cobijó
Nos aprisionó
Con sus aliados que es mezquino nombrarlos nos dejaron en nada
Y luego también nos quitaron esa nada
Ahora estamos aquí donde tal vez empezamos
Recordando los recuerdos
Asidos a lo que tuvimos y creíamos tener
Y el viento sopla
La lluvia cae
El sigue donde lo conocimos
Solo que nosotros ya no esperamos
Y el tiempo pasa cada vez más rápido.
La ciudad que tantas veces hemos dicho
se envejece de nueva
ladrillos adoquines de diversos colores le dan un nuevo tono
soledad
angustia
La gente pasa pasea de manera impersonal
los adoquines se remueven con la molestia
el peso de los carros
Los parques aparentemente llenos de gente que no se dice nada
solo los niños corretean hacia no saben donde
más allá esta la ría o lo queda de ella
le absorbieron el agua para pavimentarla
Colocaron comercios almacenes salones donde la costa esperaba al río
ansiosa
Lo inmenso que acostumbramos está relleno
puestos bazares gente comiendo bebiendo a carcajadas
ya no se lo divisa
para verlo hay que subirse a lo alto de un edificio
para ver las hormigas transitando haciendo compras
y más allá las islas de arena
enormes bancos donde más tarde tal vez también se instalen bancos
¿Dónde fueron los peces me pregunto?
Es que la ciudad se ha renovado responde una señora
Me volteo y solo alcanzo a rescatar sus largos aretes
Entre otras cosas.
Estás al otro lado
donde ya mis palabras no te alcanzan
y sin embargo simulo que te escucho
que te hablo
estamos una vez más en esa cuerda floja haciendo malabares
mientras abajo todo el mundo espera la caída
reímos metidos en aquel orificio inexpugnable que construimos
donde nada podía llegarnos
lastimarnos
Todo era una gran escena y nosotros espectadores
Ahora estás fuera de mí
me gratifico imaginando cosas que tal vez no fueron
o que jamás se han dicho.
Ruth Hurtado, poeta paiteña
Hace 1 mes
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